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Hemos hablado en varios artículos de los problemas que nos puede acarrear la lluvia si nuestra casa no está eficazmente impermeabilizada, para evitar que el agua se filtre a las paredes y pueda causar daños en nuestra vivienda, pero la lluvia no es el único agente climática que puede dañarnos o molestarnos. El sol también puede causar daños en nuestras fachadas, aunque sean aparentemente menos graves, desgastando la pintura de las mismas.

En las zonas donde hay muchas horas de sol al año, las fachadas pueden verse desgastadas por la acción del mismo sol, teniendo que pintarlas normalmente después de cada verano. Pero esa no es la única molestia que puede provocarnos, sino también su «intromisión» dentro de nuestra casa, sobre todo en los meses de verano, donde cualquier superficie que entre directamente en contacto con la luz del sol durante mucho tiempo se calentará en exceso, subiendo la temperatura del lugar.

Para evitar estas molestias están los toldos, sistemas creados con telas de distintos materiales que impiden que la luz del sol entre directamente en nuestra casa o en parte de ella, en según que estancias, evitando así que haga demasiado calor en estas estancias al no darle el sol directamente. De esta manera no solo estaremos mejor en casa sino que además se puede ahorrar bastante en aire acondicionado, por ejemplo.

Los toldos están hechos normalmente con telas muy resistentes y duras, pero también pueden romperse o verse dañados, incluso por la propia acción abrasiva del sol en los meses más calurosos. Reparar toldo es casi una obligación antes de verano, cuando este artilugio se vuelve más que necesario, y para ello siempre contaremos con empresas profesionales que tengan experiencia en el sector y que nos den la garantía de un buen resultado.

En muchos casos, estos toldos se extienden o se retraen a través de un sistema eléctrico, que también puede fallar. Reparar este sistema eléctrico es imprescindible si queremos darle utilidad al toldo que hemos comprado, por lo que tendremos mucho cuidado a la hora de utilizarlo y mantenerlo en óptimas condiciones.

Cuando llegan las épocas de lluvia, mal tiempo y nevadas, todos nos preocupamos por no poder salir tal fin de semana, o acabamos hartos de tener que conducir bajo un aguacero ante el que nuestro parabrisas poco puede hacer. Pero por suerte, cuando estamos en casa, todo parece desaparecer, y es como si viéramos la lluvia por la ventana a través de un televisor, no nos puede afectar… ¿o sí?

La lluvia puede convertir nuestra casa en un verdadero infierno si no la tenemos eficazmente impermeabilizada. En caso de filtrarse el agua podría causar daños muy graves en nuestras paredes, y no hablamos solo de tener que volver a pintarlas, sino de realizar reformas incluso para renovar las paredes dañadas. Algo que puede salirnos muy caro, y que es mejor evitar impermeabilizando correctamente nuestra vivienda.

Ya tengamos azotea, techos sin más o tejados, uno de los métodos más comunes para impermeabilizar nuestra vivienda y evitar que el agua se filtre hasta nuestras paredes es la tela asfáltica. Esta tela está fabricada en diversos materiales, como pueden ser el aluminio o la pizarra, y sirve como barrera para evitar que el agua y la humedad traspasen el techo o tejado de nuestra vivienda, evitando así que lleguen al interior.

Pero la tela asfáltica también puede ser dañada por las lluvias y los demás agentes externos que provocarán daños sobre ella, al estar más expuesta. Y es evidente que una tela asfáltica en mal estado nos servirá de poco para mantener nuestra casa libre de humedades, por lo que debemos reparar tela asfáltica lo antes posible y de la forma más eficaz, que suele ser llamando a profesionales con experiencia en este tipo de arreglos.

Existen diversas empresas dedicadas a la instalación, mantenimiento y reparación de la tela asfáltica en todo tipo de viviendas, dado el auge de este material como forma de evitar las humedades y goteras. Estos profesionales ofrecen una gran seguridad a la hora de arreglar los desperfectos que tenga la tela asfáltica, así como evitar que se vuelta a deteriorar al poco tiempo.

Aunque esto realmente dependerá del clima que haga, ya que si estamos en una zona con muchas lluvias, la tela sufrirá de todas formas, y debemos hacernos a la idea de que habrá que reparar tela asfáltica cada cierto tiempo.

En aquellas zonas donde la lluvia e incluso la nieve son una constante, las casas, ya sean bloques o viviendas unifamiliares, suelen estar coronadas por un tejado, una superficie echa normalmente de teja y en posición inclinada, para permitir que el agua no se quede estancada sobre el edificio, sino que baje por los canales de las entretejas gracias a la pendiente de la superficie, evitando de esta forma las engorrosas goteras.

Esta es una forma muy útil y eficaz para evitar el estancamiento del agua o la nieve en estas superficies. La inclinación del tejado propicia que el agua o la nieve se deslicen hasta caer al suelo, evitando así que se acumulen sobre el edificio y se puedan llegar a filtrar, lo que provocaría goteras. Al estar normalmente en contacto con los muros de las habitaciones, estas goteras podrían producir graves daños en nuestra vivienda.

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La colocación del tejado puede evitarnos muchos disgustos, como podemos comprobar en las casas del norte de España, donde la mayoría de viviendas cuentan con este tipo de instalación en sus partes más altas. Sin embargo, el tejado recibe toda la fuerza de estos agentes externos, por lo es normal que acabe dañado, especialmente después de un periodo de muchas lluvias o nevadas. Impide que la cosa pase a mayores, pero acaba damnificado, al fin y al cabo.

Es por ello que, a pesar de que debemos darle el mantenimiento correcto para que su durabilidad sea lo mayor posible, cada cierto tiempo tendremos que llamar a una empresa especializada en reparar tejado, para que se ocupen de dejar estas superficies como nuevas después de que los agentes climáticos la dañasen con su fuerza, sobre todo tras el invierno. El precio de estas reparaciones variará del daño que tenga el tejado, el material o la mano de obra que contratemos.

Es importante que no dejemos las reparaciones de nuestros tejados para justo antes de que empiece el mal tiempo, porque aunque el clima tienda a ser parecido año tras año, un buen chaparrón o una granizada en meses primaverales u otoñales pueden agravar mucho el daño de los tejados, e incluso afectar al resto de la vivienda, ya que está menos protegida que si el tejado estuviera en perfectas condiciones.