El estuco, una técnica ancestral.
El término estuco, proviene del italiano stucco, que hace referencia a una forma de ornamentar paredes y techos, tanto en el ámbito exterior como en el interior de una vivienda.
En Roma y Pompeya aún se conservan todavía pinturas en fresco de esta material y los árabes lo utilizaban como una forma de sustituir el mármol. No es precisamente una técnica de pintura, aunque les da una my buena apariencia, las colorea y las protege.
Se trata de una pasta de grano fino compuesta de cal apagada, mármol pulverizado y pigmentos naturales, obteniéndose enlucidos brillantes debido a su composición, la propia naturaleza de la carga hace que el revoco acabe brillando aunque el estuco no se trabaje como tal y siempre endurece mediante secado.
Hoy en día tras todos estos años, los estucos siguen estando presentes en nuestros hogares, dando o intentando dar, sensación de lujo y de ambientes cuidados, personalizados con sus múltiples variedades de colores y variadas técnicas.
Existen variadas técnicas de estucar el hogar, como el estuco a la cal, italiano, mate, tierras florentinas, etc.
Sin duda uno de los inconvenientes más grandes de esta técnica ancestral, no es otra que las reparaciones que haya que efectuar por deterioro o mal uso, ya que es muy difícil igualar las zonas existentes con las nuevas.
Hay multitud de acabados, colores, texturas y técnicas de aplicación, consiguiendo en cada caso un efecto especial y que combinado con un mueble o simplemente con un espejo, puede dar lugar a tu rincón preferido.
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