Valor y precio, ¿Por qué Redformas?

Valor y Precio

Siempre son difíciles de explicar las razones que a cada cual llevan a crear una empresa. O cuanto menos a participar en su creación. Mi apuesta por el proyecto www.redformas.es tiene todo que ver con el título del post de hoy: valor y precio.

Casi todos tenemos claro que, semánticamente, no es lo mismo valor y precio. Todos, en alguna ocasión, nos hemos enfrentado a la venta de un coche, bien como entrada de uno nuevo, bien para hacer caja por motivos de economía familiar. Nuestro viejo auto, socio cómplice de tantas aventuras. Muchas contables. Algunas mejor no. También las olvidables. Le tenemos tanto cariño que en ocasiones hasta le hemos puesto nombre, como a uno más de la familia. Tiene, para nosotros, un gran valor. Un valor enorme, puesto que incluso aún cumple con su función primera: llevarnos de aquí para allá con dignidad razonable.

Me venden

Nos vamos al concesionario del nuevo vehículo. El amable vendedor nos informa que nuestro tesoro lo tasa en 2.750 euros. De entrada utiliza un verbo poco amable: “tasar”. Pero es que además la cifra es un insulto a todo cuanto de nuestro coche pensamos y sentimos. El amable vendedor le ha puesto un precio lejano al valor que nosotros le damos. Pero así es la vida.

Relacionado con este asunto fue mi razón de iniciar esta andadura de www.redformas.es Los distintos domicilios en los que he vivido siempre han necesitado de alguna clase de reforma, sea esta mayor o menor, de albañil o de pintor, de electricista o de jardinero, de fontanero o de escayolista. Siempre había pequeñas cosas que quería hacer. Un baño nuevo, instalando una sauna. Plantar un seto de Liguster, y de paso darle un repaso a los sistemas y bomba de la piscina. Cambiar la secuencia de interruptores de luz de toda la casa, y ya que estamos modificar la posición de esas dos lámparas del salón.

Nunca hicimos ninguna de estas cosas. Si acaso me armé de valor y pedí un taladro Black & Decker a algún amigo menos torpe que yo, que de normal sólo tenía broca del 7, que encima no era para hormigón y se la devolvía en versión minimalista. Agujero aquí. Otro allá, a condición que no fuera en la misma horizontal no vaya a quedar la estantería recta.

Inodoro Suspendido

Inodoro Suspendido

Y si no lo hicimos fue por una razón de valor y precio. En mi ánimo colocar un inodoro suspendido requiere una sabiduría ancestral de la que carezco. Y su valor se me escapa. La consecuencia es que ni me atrevo a calcular su precio. Si me hubieran dicho 500 o 5.000 euros, todo me habría parecido razonable, ignorante de cualquier orden de magnitud de hazaña semejante.

www.redformas.es daba respuesta a esta torpeza intrínseca mía: calcular el precio de los trabajos y reformas que los distintos profesionales habían de hacer en mi domicilio. Sin compromiso alguno, describía mi necesidad de manera más o menos elegante – “colocar wáter de esos que no tienen pedestal para poder limpiar debajo” – y a los pocos días Redformas me conseguía, sin compromiso alguno, presupuestos de profesionalesde mi zona que estaban deseando ejecutar la obra (y de paso desatascarme el lavabo que está de atorado de pelos y barbas)

Fontanero

Fontanero

Para los puristas, las definiciones de rigor (siempre del Diccionario de la Real Academia Española):

Valor: Cualidad de las cosas, en virtud de la cual se da por poseerlas cierta suma de dinero o equivalente.

Precio: Valor pecuniario en que se estima algo.