Bombillas de bajo consumo

lamparas de bajo consumo

Que las bombillas de toda la vida, las incandescentes, son poco eficientes está claro. Tan claro que la UE las ha retirado del mercado. La alternativa es el paso a otras tecnologías más eficientes, capaces de producir la misma cantidad de luz (lm o lúmenes y lux o candelas) con un menor gasto energético (W o vatios), como las fluocompactas (la bombilla de bajo consumo habitual) y las de LED (diodo emisor de luz).

Resumiendo tenemos 2 clases a proponeros, las fluocompactas y las LED, para ahorrar en vuestra factura energética, pero hay que saber que:

Durabilidad. Es el número de horas aproximada de vida útil. Por orden de las que más duran a la que menos, sería primero las LED, luego fluocompactas y para terminar las halógenas y las incandescentes. Las LED pueden llegar a las 50.000 horas, mientras que las incandescentes en torno a las 1.000 horas

Rapidez de encendido: Las halógenas y las LED son de encendido instantáneo no así las fluocompactas y de aquí viene su inconveniente, el número de ciclos encendido – apagado, reducen su vida útil, por lo que no son recomendables para baños y pasillos por ejemplo.

Por lo tanto si fuéramos a comprar una bombillas LED, miraríamos los lúmenes o lux para compararlos con las incandescentes, si queremos que alumbren igual unas que otras. Luego miraremos el consumo en W, para saber cuanto nos ahorraríamos.

Un ejemplo de tres clases de bombillas que emiten la misma cantidad de luz, pero con gasto diferente sería:

Bombilla clásica de 60 w

Bombilla Fluocompacta 15 w

Bombilla Led 12.5 w

Estamos hablando de ahorros posibles del 80% en gasto de energía, no así de factura eléctrica. Ya que nuestro gasto real es el 20% de nuestra factura, lo demás, se queda por el camino.

lampara bajo consumo

Por último si deseáis más información o presupuestos para vuestra casa o comunidad de vecinos y ahorraros en torno al 10 % de la factura, pinchar aquí.

Aplicaciones de la termografía en construcción

Esta semana en Redformas, hemos estado aprendiendo sobre las diferentes aplicaciones de la termografía infrarroja en la construcción y la verdad es que no ha dejado de sorprendernos. Desde mapas enteros de municipios, donde algunos ayuntamientos han empezado a «ayudar» a las viviendas que malgastan energía, hasta la detección de fugas en instalaciones.

Un ejemplo a imitar, es la ciudad de Marsella, que ha creado un mapa termográfico de la ciudad, permitiendo a sus ciudadanos conocer las pérdidas de calor de sus edificios y poder adoptar medidas en favor de todos, disminuyendo así la factura energética. Algo muy a tener en cuenta, al ritmo que suben nuestros recibos de luz y gas todos los meses.

Foto aerea

Posiblemente si alguno de los superplanes de estos gobiernos, hubiera invertido en este sentido, en lugar de realizar las mejores aceras del mundo, aeropuertos… otro gallo nos cantaría.

 

Según Termagraf estas son algunas de las aplicaciones:

– Auditorias energéticas edificios.
– Calificación y certificación energética.
– Inspección técnica de viviendas.
– Restauración y rehabilitación energética de edificios.
– Localización de puentes térmicos y defectos estructurales.
– Determinar niveles de aislamiento térmico.
– Localización de estructuras ocultas.
– Localización de fallos de estanqueidad. Sistema Blower-Door.
– Patologías constructivas.
– Prueba en litigios inmobiliarios.
– Localización de defectos de impermeabilización y fugas en tuberías.
– Control sistemas de climatización y calefacción.
– Control de suelos radiantes, conductos y tuberías.
– Control de humedades y condensaciones.
– Control de instalaciones eléctricas. Sobrecargas.
– Control adherencia revestimientos.
– Control de secado de obras.
– Control de filtraciones en cubiertas.
– Control de calidad en entrega de obras.

Espero que os hayamos ayudado a conocer un poco este mundillo, que la verdad, es que promete bastante en un futuro no muy lejano.