¿Comisión o decisión personal?

Las comisiones

Aficionado como soy de la lengua castellana y el valor de las palabras, he acudido al Diccionario de la R.A.E. en busca de la palabra “Comisión”:

  • 2. f. Orden y facultad que alguien da por escrito a otra persona para que ejecute algún encargo o entienda en algún negocio.
  • 5. f. Porcentaje que percibe un agente sobre el producto de una venta o negocio. 

Si he acometido esta búsqueda ha sido porque me ha llamado la atención que algunos de nuestros clientes profesionales parecen preferir un pago de comisión que un fijo, mínimo, para hacer una oferta y luchar, comercialmente, por obtener el trabajo.

Intentemos clarificar con un ejemplo.

Usted quiere hacer una obra en su domicilio que le va a costar 10.000 €. Publica en www.redformas.es su necesidad. A los pocos días, una serie de profesionales van a llamarle. Esos profesionales nos habrán pagado a nosotros una media de 7 € por obtener los datos detallados tanto de su obra como suyos (teléfono, email, etc) Cabe, por tanto, suponer que incrementará sus costos en los 7 €, IVA incluido, que ha debido abonar para poder ofertarle un presupuesto profesional y competitivo.

 En el caso del comisionista, y oímos algunas cifras sorprendentes (entre 6 y 10%), alguien habrá de pagar entre 600 y 1.000 €. El asunto estaría bien, en el supuesto de que los 10.000 sigan inamovibles, lo que dudo, y adicionalmente el comisionista aporte valor a quien paga la obra. Inamovibles no porque las reformas, las obras, por regla general, se sabe cuándo y cómo empiezan pero pueden tropezar con complicaciones no previstas que han de ser presupuestadas en paralelo y sobre la marcha. ¿Cómo, entonces, “colabora” el comisionista?

Con estas ideas vuelvo a mis definiciones. ¿Quién ordena o faculta, en mi nombre, a un tercero para que a cambio de una comisión medie en un negocio de mi interés? Lo probable, es que el comisionista defienda el interés de quien le faculta, y quien consecuentemente le pagará la comisión. Sin mencionar que cuanto más caro el asunto, más contento el comisionista, más contento el contratista, aunque entendemos que el cliente no estará del todo feliz.

Alguna competencia anuncia: “Deje que se peleen por usted y ahorre hasta un 40%” Pero no lo consigo entender, ya que mi comisión también disminuiría un 40%, y no están los tiempos para andar despreciando ingresos.

En www.redformas.es no creemos ser más listos que usted, ni creemos defender sus intereses mejor que usted mismo (aunque lo intentamos de buena fé!) Por eso estamos seguros que sabrá elegir lo que más le conviene, y además que apreciará que no nos beneficiemos cuanto más le cobren a Usted.

La falacia de alguna competencia.

El progreso existe porque, desde el principio, ha habido competencia en el reino animal. No he olvidado nunca un viaje de estudios en el que fuimos a buscar fósiles, que luego vendíamos, a un cigarral toledano. Era la  época de la berrea. Los ciervos berreaban, y de qué forma, con la esperanza de impresionar a las ciervas, en celo. Como aquello no parecía suficiente prueba de hombría, se liaban más tarde a mamporros testuz contra testuz. Eso es competencia en el mundo animal. Suele ganar el más fuerte, pero no siempre.

Con frecuencia berreaba más alguno que, luego, no tenía los redaños ni la resistencia para aguantar los embates de las nuevas generaciones que se presentaban con recursos nuevos a desbancar a los machos caducos y de edad.

Redformas es el bebé, el recién llegado. Lo que la lírica inglesa ha llamado “the new kid in town” Se ha presentado a la berrea con armas humildes, pero sinceras. Ha descubierto a alguno de los machos viejos berreando sus virtudes de super machote: “tengo los cuernos más grandes; tengo más profesionales que tú, más que ninguno. ¡Tantos que incluso algunos hasta los tengo dos veces!”

Otros berrean: tú págame cuotas fijas, que yo te daré montañas y montañas de obras y proyectos. Tantos que, como te vas a pasar el día preparando presupuestos no te dará tiempo a ejecutar ninguno de ellos. Pero así justifico eso que me has pagado por adelantado.

Otros berrean: tengo todas estas obras y proyectos. Toma los teléfonos. Toma las direcciones. ¡Pobre hembra incauta!. No todos existen. Algunos números no parecen funcionar. Algunas de las obras parecen un punto ficticias.

Redformas modera las obras para asegurar el interés de las mismas para nuestros profesionales. Nuestra competencia, no.

Redformas no pide cuotas fijas, ni mensualidades, ni aportación periódica de clase alguna. Paga solo por lo que utilizas. Nuestra competencia, no.

Redformas está formada en exclusiva por profesionales de la arquitectura o la ingeniería con años de experiencia en la obra física. En tu propio terreno. Subcontrata el resto de actividad. Nuestra competencia, no.

Redformas tiene un versión para SmartPhone única en el sector. Facilitamos así la vida a nuestros profesionales que no necesitan conectarse a un PC para poder interesarse por aquellas obras que encajen con sus necesidades profesionales y geográficas. Respetamos su tiempo. Nuestra competencia, no.

Pero berrean alto y claro haciendo creer a las hembras que aún copan el mercado; que aún conservan sus viejas glorias y gónadas en perfecto estado. Competencia falaz. Al final, se impondrá la lógica y honestidad de una juventud y sangre nueva, imprescindible para garantizar un servicio de calidad a un sector en un momento de enorme dificultad.